Todo empezó un día de acompañamiento escolar, se noto a los beneficiarios distraídos, luego de preguntar si necesitaban ayuda en alguna tarea escolar y el poco interés que mostraron frente a la actividad sugerida, surgió el hecho de escribir sus nombres en algunas hojas blancas y pegarlos en un afiche que ambientaba el aula donde nos encontramos cada lunes, martes y miércoles. Los chicos se entretuvieron bastante, buscaron formas y colores para hacer su dibujo más bonito y llamativo y así salió, por si sola, la idea de los graffitis.
Willy (OE) y Mariano (OSE) enseguida se pusieron a planear mas ideas, lo que empezó como un momento de distensión, termino siendo un taller, en el cual los beneficiarios pudieron plasmar su huella y también acrecentar el sentido de permanencia, aquellos que eran "los nuevos".
En una primera etapa se les pidió a los chicos que hagan un boceto con su nombre, una frase, o lo que ellos quisieran, se les enseño distintas tipografías y diferentes materiales para llevar a cabo el diseño. En esta etapa, los beneficiarios pudieron conocer los gustos de sus compañeros, los nombres, los apodos, y muchas cosas que ignoraban del otro, pudieron conocerse, y usar un dibujo como puente para relacionarse con aquellos que no trataban mucho.
En una segunda etapa, se les enseño a los chicos a pasar aquel boceto a una hoja N°6 con la técnica de cuadricula; técnica que les serviría para agradar o achicar el dibujo que ellos quisieran. También se les mostró el trabajo de graffiteros del barrio, de la zona y también otros países, para enseñarles las diferentes técnicas utilizadas y también que no se necesita ser un gran artista, sino expresarse sin miedo, ¡para poder hacer una bella obra de arte!
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